Ay, de la gran tensión
de la palabra correcta.
Ay, de la entonación
de las líneas rectas
de la circunvalación.
Ay, de las indirectas.
Ay, de la mala intención.
Hay miradas perfectas
que se pudren en prisión.
Y hay quien las detesta.
Ay, de tu felicidad,
estoy del todo seguro.
Ay, de tu media mitad,
si no fuera por tu culo.
Ay, de las moralinas,
deudas al confesionario.
Ay, de la degollina
vendida por empresarios
de matón y oficina.
Ay, de lo innecesario.
Ay, de aquellas esquinas
para perder sudarios.
Ahí mi vida termina,
ahí termina el calvario.
Ay, por tu felicidad
quemo mis cielos oscuros.
Ay, por mi bien y verdad,
si no fuera por tu culo.
P.D: Y tal.
"La mujer perfecta es un hombre con tetas"
sábado, 28 de noviembre de 2009
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Me gustó tanto como cuando la leí en primicia. Ya sabes, un poco soez el estribillo (te has pasado con los cielos oscuros tío...), pero muy buena. Desde luego, si en PATOCIENCIA hay alguien que pueda considerarse algo cercano a un poco poeta, ese eres tú.
ResponderEliminarDentro de mi neofitismo poético te puedo decir que me gusta bastante (y la frase)
ResponderEliminarMuchas gracias, muchachotes.
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