domingo, 9 de junio de 2013

Reunión de pastores...

Años hacía ya que no se veían las caras, en parte porque las caras del resto del escuadrón les recordaba a cada uno de ellos cosas que no querían tener en mente. No es que fuera algo traumático, como cuentan algunos excombatientes, pero es complicado tirar de anecdotario cuando todas las historias empiezan con "Y la vez que matamos a tres...", "¿Os acordáis el bombardeo sobre...?" o "¿Cómo se llamaba aquél que murió en...?" por muy entrenada que esté la mente (al menos si lo que se pretende es echar un dominguito tranquilo y no hacer una terapia de grupo). El caso es que hacía ya 50 años desde que aplastaron a hijos de otras madres distintas a las suyas, codo con codo tanto ellos como los otros ellos, sin más acritud que la patria y el mando de un superior. Tan señalada fecha merecía ser celebrada, así que, lo que son las nuevas tecnologías, surgió como de la nada la idea de reunirse a comer, a pasar el día juntos, y crearon un grupito de WhatsApp para tal fin.
En realidad daba igual quién fue el que dio el primer paso y creó el grupo, además ninguno de ellos se llevaba tan bien con el móvil como para mirarlo, pero todo fue rodado. Todos estaban de acuerdo en ir al campo del que en otro tiempo fuera el abanderado, todos mostraron su conformidad con la idea de ir vestidos con el traje de gala militar y ninguno de ellos dudó en ningún momento que lo que comerían serían platos tradicionales, comida de la de verdad, de la de toda la vida.
Aquella mañana, uno bromeaba con el tamaño de la butifarra que acababa de comprar, otro hacía alharacas de lo fresco de sus frutas, otro que se decía buen pescador no paraba de decir que llevaría la captura del día aunque fuera menester llevarla en un tráiler, etc. Por eso pasó desapercibido el mensaje del pobre hombre, el más veterano del grupo entero, que parecía estar diciendo que llevaría avíos para hacer una paella, cuando en realidad al decir "SOS" a lo que se refería es a que cuatro descendientes de aquellos hijos de otras madres (con muy mal perder, todo sea dicho de paso), lo tenían acorralado, palos en ristre, en el párking del outlet de un supermercado y a que no le vendrían mal refuerzos.



P.D: Algo como esto es lo que llevaba meses queriendo escribir, sea mejor o peor, esté mejor o peor redactado, pero algo como esto es lo que necesitaba.

"¿A que si fumas de boca no se te sube nada? Pues lo mismo pienso yo de las felaciones."

sábado, 11 de mayo de 2013

Tan azul

Ten en cuenta que, aunque penda
de esas manos tan suaves y blancas
como el blanco traje de una novia
la felicidad como una ofrenda,
mi boca calcula palabras exactas
para no asustar a mi ginofobia.
Así, tan estúpido, tan resentido,
tan y tan mal hecho,
tan caduco y tan vil,
tan feliz por haberte dicho,
amiga, que por muy hiperrealistas
que sean tus llamaradas rojas
y las negras puñaladas de tu luz,
mi alma vive de las conquistas
de noches frías y rotas...
tan redonda, tan opaca,
tan trasparente y tan azul.

Ten en cuenta que, aunque nunca
el tiempo se pierde del todo
aun en la más vacua formalidad,
es de tontos aguantar la disputa
que mantienen mis atávicos fondos
con mi empecinamiento asexual.
Así, tan imbécil, tan destruido
tan y tan mal hecho,
tan podrido y tan ruin,
tan feliz por haberte dicho,
amiga, que por muy hiperrealistas
que sean tus llamaradas rojas
y las negras puñaladas de tu luz,
mi alma vive de las conquistas
de noches frías y rotas...
tan redonda, tan opaca,
tan trasparente y tan azul.

Ten en cuenta que, aunque dicen
que hay un paso entre ambas orillas
y que hay pocas aguas que las dimidian,
Eros y Eris juegan al despiste.
Déjame que viva con mi hipocresía,
que odiaría que odiaras mi misoginia.
Así, tan capullo, tan malnacido
tan y tan mal hecho,
tan mísero y tan hostil,
tan feliz por haberte dicho,
amiga, que por muy hiperrealistas
que sean tus llamaradas rojas
y las negras puñaladas de tu luz,
mi alma vive de las conquistas
de noches frías y rotas...
tan redonda, tan opaca,
tan trasparente y tan azul.

Tan y tan perdida,
tan y tan abollada,
tan falta
de juventud.
Tan y tan dolida,
tan y tan resabiada,
tan harta
de ser azul.


P.D: Hacía tiempo que no ponía nada por aquí y tenía unas ganas terribles de poner algo de Krahe. Cualquier excusa es buena.

"Me faltan un par de filas de dientes para sonreír un poco más si cabe y para morderme un poquito más la lengua."



lunes, 29 de abril de 2013

El Diluvio de Deucalión y otros plagios

Últimamente me ha dado por la Historia y mitología griega. No sé si por puro pedanterío o porque supongo que porque ya no hay mitos como los de antes. El caso es que leyendo "Los mitos griegos", de Robert Graves, me he topado con éste que por lo curioso del asunto me ha parecido interesante compartir. Allá va.

El diluvio de Deucalión fue causado por la ira de Zeus contra los impíos hijos de Licaón, antiguo rey de Arcadia, y los habitantes de Licosura, famosos por su maldad, su insolencia y su impiedad. Las noticias de sus crímenes llegaron al Olimpo y el propio Zeus los visitó, disfrazado de viajero pobre, para alojarse en su palacio y conocer su hospitalidad. Ciertos augurios hicieron sospechar a los licaonidas de la divinidad de huesped, así que decidieron ponerlo a prueba.  Tuvieron la desverguenza de ofrecerle sopa de menudos, asesinando antes a su hermano menor Níctimo para mezclar sus vísceras con los menudos de oveja y cabra. Zeus no se dejó engañar, y apartando la mesa de un golpe, los convirtió a todos en lobos, excepto a Níctimo, a quien devolvió la vida.
A su regreso al Olimpo, Zeus, asqueado, soltó un gran diluvio sobre la tierra, con la intención de acabar con toda la raza humana y dar por finalizada la Edad de Bronce del hombre; pero Deucalión, rey de Ptía, advertido por su padre, el titán Prometeo, construyó un arca, la avitualló, y disponiendo en ella de todo lo necesario, subió a bordo junto a su mujer, Pirra. Entonces sopló el Viento del Sur, cayó la lluvia, y los ríos corrieron con estruendo hacia el mar que creció a una velocidad asombrosa y se llevó todas las ciudades de las costas, de las riberas y de los llanos, hasta que por fin el mundo entero quedó sumergido, con excepción de unas cuantas cimas de montañas, y parecía que todas las criaturas mortales hubieran perecido salvo Deucalión y Pirra. El arca estuvo flotando durante unos nueve días, hasta que por fin las aguas se calmaron, y se detuvo en el monte Párnaso.
Al desembarcar, ofrecieron un sacrificio al padre Zeus, y bajaron a rezar al altar de Temis, junto al río Cefiso. Suplicaron humildemente que se renovara la humanidad, y Zeus, que oía sus voces en la distancia, conmovido por su bondad y generosidad envió a Hermes a asegurarles que cualquier petición que hicieran se les otorgaría sin tardanza. Tras esto, para responder a sus plegarias, Temis se les apareció en persona, diciendo:
- ¡Cubrid vuestras cabezas y arrojad hacia atrás los huesos de vuestra madre!
Puesto que Deucalión y Pirra tenían distintas madres, ambas muertas ya, decidieron que la titánide se estaba refiriendo a la Madre Tierra, cuyos huesos eran las rocas que yacían en la orilla del río. Así pues, agachándose con las cabezas cubiertas, recogieron las rocas y las tiraron por encima del hombro. Estas se convirtieron en hombres o en mujeres, según si estas las hubieran recogido Deucalión o Pirra.
Sin embargo, Deucalión y Pirra resultaron no ser los únicos supervivientes del Diluvio, pues Megaro, un hijo de Zeus, se había levantado de su lecho al oír unas grullas que le ordenaban subir a la cima del monte Gerania, lugar que se salvó de las aguas. Del mismo modo, los habitantes de Parnaso se despertaron al oír los aullidos de unos lobos y los siguieron hasta la cumbre de una montaña. A la nueva ciudad le pusieron por nombre Licorea, en recuerdo de los lobos. Así pues, el Diluvio no sirvió de mucho, pues algunos de los parnasianos emigraron con el tiempo a Arcadia, y revivieron las abominaciones de Licaón.
Este Deucalión se convirtió así en padre de Oresteo, rey de los locrios de Ozolia (...). Otro de sus hijos fue Anfictión, que hospedó a Dionisio y fue el primero en mezclar el vino con agua. Pero su hijo mayor y el más famoso fue Hélen, padre de todos los griegos.

martes, 16 de abril de 2013

Os presento a Malaluna

Por hablar, hablemos mal de alguien:
Malaluna era el suspiro de los suspiros,
el remordimiento de un verdugo mal pagado,
un hígado malcriado y falto de cariño.
Todos los miedos conocían a Malaluna,
el estallido de una bala era su apellido
y un folio arrugado, su foto de familia.
Malaluna era una lengua besando un filo.

Malaluna pescaba nubes con la napia
y por las entretelas se las remetía
igualito que si fuera un puto peluche.
El viento deseaba sentir su canina fría
y el deseo quería que Malaluna abandonara.
Malaluna siempre fue pura hipocresía
porque nunca estuvo de buena mañana
y a to cristo le daba los buenos días.

Los escupitajos que tiraba eran versos
con significado y color de brea pura,
Malaluna jamás rimó entre sí dos palabras
ni relacionó una imagen con una figura.
Nunca se le cayó la sonrisa ácida
porque el cabrón cínico de Malaluna
sabía que todas las vidas son iguales
pero la suya era más fea que ninguna.


P.D: Malaluna, el blog fantasma. Blog fantasma, Malaluna.


"... y me caigo (yo es que soy mucho de caer) como se caen los alfileres a los patinillos."



lunes, 8 de abril de 2013

Esparto y banqueta

Días de esparto,
besos de banqueta.
La sonrisa de un balanceo
vive una pena
morena y sola como la una,
morena como la luna,
fría,
frígida,
destruida
y segura,
como una muerte segura.
Días de banqueta,
besos de esparto.
El silencio de una caída
protesta a un cuello
que llora una respuesta
sorprendente, muda,
fría,
ambigua,
indiferente
y segura,
como una muerte segura.
Dias sin besos...
esparto y banqueta.


P.D: Es evidente que esto no va aquí, pero me parece de pura coherencia reflejar en ANSARLOGÍA, aunque sólo sea un poco, mi estado. Pa la posteridad y eso.

"Que no estoy muerto, que estoy de cuerda floja."

viernes, 5 de abril de 2013

Escarches y lo miserable que es uno

Voy a hacer una confesión de esas que relatan las partes más oscuras del alma de uno que reservaba para cuando publicara mis memorias, o mi carrera editorial necesitara de un artículo polémico que me diera popularidad. Al hilo de una escena relatada por Enric González dándole vueltas al tema de los escarches y su relación con el terrorismo nacionalista vascomusulmán he caído yo también en el asunto. Él la nombra de refilón, para ilustrar el tema principal, pero a mí me ha recordado bastantes reflexiones y sombras morales mías previas. La primera vez que la vi fue ficcionada en la ultra-mega-magistral-must serie Hermanos de Sangre (Band of brothers), que narra el frente europeo de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Ya avanzada la temporada, cuando allá por Holanda y tal, el ejército estadounidense va liberando pueblos de la ocupación nazi (¿SPOILER?). Posteriormente la he vuelto a ver en artículos, libros, y mucho más explícitamente, en documentales. Y al final, siempre acabo pensando lo mismo. En el fondo (o más bien superficialmente), me acabo dando bastante asquito a mí mismo. Pero qué se le va a hacer.

No, la cosa no va de judíos. Es el rapado y exhibición pública subidas a un camión de las vecinas que habían estado congraciando y follando con los nazis en la ocupación belga, holandesa y francesa. Éstas, en su mayoría jóvenes y agraciadas, bien por amor o por puro instinto de supervivencia, y como ya he comentado elegantemente, se follaban al enemigo. Voluntariamente, no forzadas. Que eso es otra historia. Al enemigo que en la misma ocupación de su ciudad (no un enemigo abstracto, propagandístico), saqueaba, explotaba, humillaba y asesinaba a sus vecinos y destrozaba sus edificios y sus calles. Cuando los Aliados llegaban y liberaban las ciudades, los supervivientes, resabiaos ellos, les daban el mencionado paseillo. Y ya en la calle los hombres les pegaban, los niños les escupían y las amas de casa les tiraban fruta podrida. Les perseguían, les gritaban, atacaban sus casas, les insultaban, las marcaban. Esta moda se inició en los Países Bajos y fue avanzando con la línea del frente hasta Francia. Y paradojas de la Historia, era una situación análoga a la que realizaban de forma espontánea los vecinos rusos, bielorrusos e ucranianos en sus respectivas liberaciones con sus respectivas concubinas germanófilas. Cosas de la condición humana, me imagino. 

Eso está mal, y es un mal absoluto. Lo veo y lo sé. Reconozco en las imágenes el rencor, el odio, la venganza, la humillación. Todo muy desmedido. Son almas humanas vomitando una bilis negra y ponzoñosa que sólo empeora la injusticia que pretende arreglar. Y sin embargo, no me dan ninguna pena esas zorras. Lo siento en el alma, pero no. Lástima sí, claro. Pero no me sale un yo muy digno de mis adentros que les gritara a la plebe enfurecida no tíos no, no hagáis eso, que también son seres humanos y merecen sus dignidad. Será empatía. Por la plebe, digo, no por las muchachas. Pero no. Y lo escribo ahora, lo releo y me encojo de hombros. Lo único que estoy haciendo es confesarme sin un ápice de propósito de enmienda. Como comentario sociológico, nada más. Así que ahorraos la moralina, porque es que no puedo asegurar, por mucho que yo sepa que está mal, que de vivir yo allí no disfrutaría rapando y escupiendo yo mismo a cualquiera de esas putas. Será que no tengo yo una moralidad a prueba de bombas (quizá ni acaso de petardos), que la propaganda me ha calado hasta los huesos, que tengo una visión muy depurada de lo que es una guerra y la humanidad o que de esta última no tengo ninguna. Y quiero creer, seguramente porque me veo obligado a ello, que de haber ostentado algún tipo de cargo de autoridad en tal situación habría hecho algo por detenerlo. General, comandante, alcalde o algo así. Más por defender unos principios universales en los que se supone que creo que por sincera piedad. Pero como no, como hubiera sido un manolo más, hubiera disfrutado dándole yo mismo el primer guantazo. Igual aquí la pregunta definitiva es si hay odios legítimos, porque que el odio habla es una evidencia. Yo para ciertas preguntas no tengo respuestas. Pero tengo intuiciones, y a falta de algo mejor son las que dejo que me guíen.  Así que hoy vuelvo a ver una nueva versión de dichas imágenes, que al final es una historia más vieja que las piedras, y me quedo igual. Lo dicho. No me dan ninguna pena esas zorras.


miércoles, 20 de marzo de 2013

"La sonrisa de un muerto."

En la mente de un mecanicista no cabe la idea del azar (tampoco la del libre albedrío, pero eso es porque los mecanicistas no creen en la existencia de arbitrariedades en un Universo apasionante y apasionado ni en casi ninguna idea de las que dan gustito) pero si no fue por eso, a saber por qué razón peregrina decidió aquel niño borrar con sus manos la sonrisa de la cara de aquel cadáver. En cualquier caso sus motivaciones no son lo que nos ocupa. Tampoco la razón por la que murió el finado, ni en qué condiciones, ni por qué tenía el niño acceso al cuerpo. Lo reseñable del asunto es que ese señor había tenido la gloriosa suerte de acabar sus días con una expresión de felicidad en su rostro, que no es que el día de la muerte de uno o lo que haga justo antes de fenecer sea más importante que el resto de la vida, pero por el simple hecho de ser un momento único y el último ya cobra cierta notoriedad dentro de la propia historia de un individuo.
Entonces estamos en que quizás por azar, quizás por una razón estúpida o quizás por ninguna razón, aquel difunto que antes estaba alegre nunca más volvería a estarlo. Su sonrisa había desaparecido para siempre en el tiempo, era imposible recomponerla, irrecuperable de entre las garras del olvido. De hecho, frente a la eternidad de muerte que le esperaba al buen hombre (que no se sabe si era bueno, pero existe y es comprensible la tendencia a presuponer que la gente, así en general, lo es), es como si su sonrisa nunca hubiera existido, como si jamás él hubiera sonreído ni hubiera sabido descifrar en toda su vida el significado de una sonrisa.
Pues, bien, yo soy ese muerto.


P.D: Ya está.

"Pienso decirte que te quiero como el que se arranca un botón."



sábado, 16 de marzo de 2013

Con la gracia en paro

El escritor que no escribe es o porque no tiene nada que decir, o porque es demasiado flojo como para decirlo. Ese es el Primer Axioma. El Segundo Axioma es que el buen practicante debe ejercitarse con una media de 500 palabras al día, y el Tercer Axioma es que de lo que se come se cría. Partiendo de la base de que en cuanto ejercicio llevo atrasado aproximadamente el equivalente a dos o tres producciones completas de Proust, que mi bloqueo creativo no es sólo expresivo, sino que también presento una incapacidad receptiva equivalente al Ministerio de Finanzas griego, y que hace mucho tiempo que sospecho que en el remoto caso que yo tenga nada que aportar al negro mundo de la opinología esto muy bien podría no importarle un nabo a nadie, debo reconocer que no estoy nada contento con esta situación.

En realidad yo diría que el problema radica en mi ordenador nuevo. Me da a mí que yo le tenía el punto cogido al teclado antiguo y con este no me termino de sentir cómodo. Yo creo que está relacionado con la postura de los brazos o de la espalda, que me queda muy rígido, y claro, así no se puede crear. También es cierto que la llama que lame mi mano más que llama va tirando a agua tibia, y que la patrulla de búsqueda que envié a las últimas esquinas de mi sangre en búsqueda de un duende me reporta no sólo una severa duendopenia sino un estado de degeneración física y lipídica que debería mirarme antes de que la panza que estoy criando me impida la visión de mi mismo pito. Lo mismo es que el fuego interior que uno creía tener se apagó, quizá definitivamente, igual hasta víctima de mi exilio asturiano. Es curioso, porque allí, creativamente encadenado y sujeto a una condena de opositor creí sentirlo varias veces. O puede que fuera fiebre. A ver si tengo suerte y conservo algún ascua o alguna brasa, y a base de avivarlo y prenderlo con magia de la de Cortázar y otros dioses quemo algo de imaginación o alguna experiencia pasada y me sale algún textillo. Mientras tanto protesto, que es lo único que se me ha dado bien en mi puta vida y con eso, de paso, practico un poco.

Plano. Planísimo. Como un rollo de cinta adhesiva al que se le ha perdido el extremo y vas recorriendo deseserado con la yema de los dedos en busca de algún doblez o algún escaloncito para sacarlo de nuevo. Y lo intentas y nada y pasas a rapiñar con la uña otra vez el rollo entero a ver si sacas ese apéndice útil de su fusión. Más o menos así me siento yo ahora mismo. Y nada. Que no me encuentro yo el extremo. O por poner otro ejemplo, como una manga pastelera rellena hasta arriba en la que te lías a apretar y apretar pero resulta que no sale nada porque del desuso se le ha taponado el boquete de chocolate así como reseco. En fin, supongo que lo único que me queda es apretar como un loco, a base de motivación y fé (a ver si las encuentro), hasta que una de dos, descongestione el boquete o me reviente  la manga pastelera en las manos. Claro que nadie me asegura que lo que haya dentro esta vez en lugar de chocolate no sea mierda.

Pues eso, que al menos me quejo. Y con esto me marco una publicación más en el blog, refresco a base de destrozarlas las lecciones más básicas de la gramática y la ortografía y quieras que no, por primera vez en año y pico, cumplo uno de los Tres Axiomas. Torbellino. Lluvia. Caballo. Pollino.


PD: Hola y tal.

lunes, 11 de marzo de 2013

Yunou uoramín

Si de todas formas era complejo
muchísimo antes de ser viejo
encontrar una que te soportara,
ahora la que no esté cogida,
si no a flor de piel, escondida,
segurísimo que tiene una tara.

Y poner cara de que me lo creo:
"No quiero perderte", "hacerte daño".
Es glorioso que pa no decirme feo
alguien cree los Eufemismos del Año.
Illa, que la cola que me ponía
pa los rituales de apareamiento
siempre ha estado desplumada,
hace mucho que despierto cada día
pringoso de mi humor infecto
y en un callejón sin entrada.

Si de todas formas a entenderse
sólo le da importancia la gente
que tiene fe en los sentimientos,
en la trascendencia y esas mierdas,
y yo básicamente lo que quiero
es una oportunidad de meterla.


P.D: Oye, perdonadme si pensabais publicar hoy...

"Hablando de tumores y de pesimismos, hay quien ve el bazo medio lleno y quien lo ve medio vacío."


miércoles, 6 de marzo de 2013

Y tanto

Tanto es de la vida el suspiro
como la risa y como el bostezo,
tanto como unos vellos de punta,
como el miedo,
como el tedio,
tanto como la idea del suicidio,
como la suavidad de unos pechos
o dos lenguas que se preguntan
cuán amargas son las despedidas.
Y son de la vida como el rojo
de una cara que se avergüenza,
como el celo,
como el cielo,
tanto como la mano que incita
y el ralo ámbar de unos ojos
que relucen y que reniegan.


P.D: Qué bien me lo paso peleándome con los poemas.

"Pues vaya gracia tener que mirar dos horóscopos a partir de ahora: sagitario y cáncer. "