Desplomóse el cielo
sobre la Tierra, que caía
hacia el agua, hacia arriba.
Hacia el centro todo era
caer hacia la vida.
Dios caía en estado líquido
como una paloma de agua,
como una nube repugnante
traía el apocalipsis,
impregnada la propia piel
de muerte que goteaba
y caía, y caía.
Hacia el miedo todo era
mil charcos acuchillando
unas pupilas felinas
a la sombra seca de un coche
que intentaba dormir
mientras el mundo entero caía.
Un grito se evaporaba
y el aire en un intento
por retenerlo en sus manos
cayó de bruces hacia sí misma,
haciendo el ruido
del viento cuando se ríe
y caía, y caía
sin tener donde agarrarse
porque entonces todo era
gravedad y pérdida.
Una pelota, una piedra,
el capitalismo, una bandera,
un refugio, las esperanzas,
el karma, una pestaña,
casi todo lo que existe
se tropezaba con los restos
que la muerte olvidaba.
En cada vuelta del reloj
la arena brillaba
como una multitud en silencio
Y caía, y caía.
P.D: Pos nada, aquí estamos.
"El Gobierno cuida del capital por culpa del capitalismo. Me encantaría que cuidara de la comunidad."
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