viernes, 20 de agosto de 2010

Su vida

Casi a la vez que su llegada, sin nada instalado y con el miedo todavía en el cuerpo había bajado a aquel bareto tan descriptible. Era más que conocer el entorno, era su filosofía de vida. Snack-Bar Amador rezaba el pequeño cartel publicitario, una pierna dentro y ya divisó una esquina, dejó allí el alma y pidió su coca-cola. Todo iba según lo planeado, si todo continuaba así podía reconocer que el cambio no era tan traumático. Pensó que sólo faltaba algo, y como un reloj suizo apareció la que podía ser Ella.

La mujer más normal del mundo, mayor que él, con un cabello entre negro y marrón, la nariz pequeña y los labios rosas. Ni gorda ni delgada, ni alta ni baja, vestía vaqueros y una camiseta blanca, un reloj y dos o tres baratas pulseras. Nadie le aseguraba que fuera Ella, pero su experta intuición le avisaba con inconfundibles estímulos. Y ahí se quedó él, en la esquina, ella y la coca-cola, la coca-cola y ella. Tres minutos después de abandonar ésta el Amador, pagó lo que tan lentamente había bebido y se largó rumbo a su nueva casa, deseando que llegará la misma hora del día siguiente para poder confirmar si ella era Ella.

Y con la más que reconocida impaciencia se posicionó en el mismo lugar del bar, con tiempo, antes incluso de lo debido, lo que hizo la espera aun más larga. Pero no mucho después que el día anterior entró de nuevo la mujer. Era Ella.

Vida hecha, día tras día el mismo lugar, la misma hora, la misma bebida, la misma no conversación con nadie, la misma rutina, y sobre todo la misma mujer. Las mismas miradas.

Meses y un día dejó de ir, al principio él no quiso aceptarlo, ir al Amador por si aparecía y beber mientras lo hacía. A la séptima tarde de marcharse dejó de pisar su bar y se quedó taciturno en casa.

Al octavo encontró el Bar Hache, con su reluciente y limpia esquina, apoyó los codos y pidió una coca-cola. A la hora entró una solitaria mujer, de aproximadamente su edad y el cabello rubio, una horrenda nariz y una bonita sonrisa. Y le vino el impulso, no podía equivocarse, ella tenía que ser Ella. Al día siguiente lo comprobaría sin falta…

7 comentarios:

  1. Me encanta, es una idea genial. Por ponerle un pero tonto, "baratas pulseras" queda un poco chocante. Aún así me ha gustado tu vuelta por el blog.

    PD: No entiendo la foto, si es que hay que entender algo, sino me quedo más tranquilo.

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  2. Yeah, no has podido romper mejor tu silencio. Buen texto!

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  3. A eso le llamamos los toreros "entar por la puerta grande". Es sensacional tío, en serio. Enhorabuena y gracias. Tengo que leerlo más detenidamente para disfrutarlo más.

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  4. Me gusta bastante! Creo que le has dado un aire muy parecido a "A las 7:35" pero con diferente final, aunque no por ello peor. Un texto igual de bueno que el corto.

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  5. Pues a mí me ha costado trabajo leerlo, seguramente más por mi culpa que por la tuya. El caso es que la idea me parece magnífica y creo que la ejecución podría haber sido algo mejor.
    Aun así ha quedado un texto bastante apañado, fundamentado como digo en una genial idea.

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  6. http://www.youtube.com/watch?v=Ke1-hLX8ziA

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