Como en el barracón
olía un poco a gangrena
me amputé los brazos
sin que me lo pidieran.
¿Para qué, si se veía
que nuestro corazón
usaba día tras día,
para cortarse las venas,
sus propias postillas?
Criaturita desconsolada,
estaba vivo de miedo.
Temiendo cada mirada,
temiendo pupilas esquivas.
Tumbada en el cielo
viste como se iba
mi soberbia enhiesta.
"Me abandonas, te vas...
de camino llévate ésta".
P.D: ¿Es feo? Pues la chupas, no puedo estar colgando un texto diario y que todos sean buenos.
"La última vez que me hicieron un francés estuve dos horas recogiendo fruta del suelo."
sábado, 12 de febrero de 2011
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Me parece tremendamente bonito, diría que hasta romántico. Lo pongo a tu nivel de tus mejores poemas.
ResponderEliminarViva el sadismo y el gore si a algunos les hace feliz...jeje
ResponderEliminarEs un clamor popular.
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