Paquito era el niño de la pistola
y mató, en un renuncio, al sol
porque miró regular a sus olas.
Fue el padre secreto de John Wayne,
fue dejando allá por donde pasó
guantes de duelo y fotos con wanted.
Robó y mató en dos caracolas,
mató a Jesucristo, vaya por dios,
mató el tiempo cobrando por horas.
Paco se esnifó su propia vida.
Cuando se estaba esnifando las calles
se cortó, pobre, con una esquina.
Esnifó aceras y asfalto caliente,
y una vez por error esnifó aire
pero lo expulsó muy rápidamente
para no intoxicarse de aireína.
Se metió en vena más de siete mares,
se inyectó mil virtudes de propina.
Paquito se folló a casi todas,
hizo menos gimnasia de corazón
que la que iba haciendo con la polla,
por eso en su lápida reza un rótulo:
"Folló con la parca cuando murió,
aquí se folla a título póstumo".
Lo hizo con San José y su señora,
vivió al borde de una violación.
Cuando no hubo con quién, folló a solas.
Paco pecó un poco de perezoso,
a la realidad le hizo una finta,
se hizo el dormido en el corazón de otros.
Se durmió cuatro infancias ajenas
y si quiso despertarse en la quinta,
es porque era la suya e iba a ser buena.
Dejó mujer e hijos en un sueño corto,
dejó a sus ilusiones encintas
y luego les provocó el aborto.
P.D: Me mola.
"Ojo por ojo... Ricky Martin conquistará el mundo."
lunes, 4 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es sencillamente brutal, me quedé con la boca abierta
ResponderEliminarNo te dije nada, pero tienes razón :D.
ResponderEliminarDios. Es buenísimo. Lo mejor que te he leído.
ResponderEliminarQue por cierto, no es algo que se pueda decir con facilidad.
ResponderEliminar