Y Juan le dio una etiqueta distinta a aquellos yogures con trocitos de fruta. Y vio Roig que era bueno.
En aquellos días, ella, pecadora irredenta, quería hacer compota y vaya si la hizo. Que para la cocina y para todo en general, ella era única.
Él, por su parte, era simple y trabajador. Más simple que trabajador. Tan simple que no era capaz de hacer un sindicato para pedir más días libres. Y eso que no tenía a nadie por encima en la oficina.
Llegó-le entonces un maletín de polipiel con una esquina despeluchada al hacedor que vio-lo lleno y vio-lo bueno a partes iguales. El sumo páter, a la sazón y a todas las sazones que haya, comprendió la oferta que le llegaba desde Valencia y aceptó-la todo a una vez. Encaminó-se hacia los inquilinos del momento y echó-los asina:
-¿Po no os habías dicho que no comiérais peros?
-Que va -repuso Eva.
-No seas canalla que sabes que sí.
-Yo no me acuerdo -defendió a su consorte Adán más por evitar broncas de Eva que por convicción propia, que cuando se efandaba la señorita no la aguantaba ni dios.
-Pues yo sí -retumbó la voz del Altísimo.
-Pero... -empezó Eva.
-Soy omnisciente -concluyó Dios interrumpiéndola.
E inventaron-se los deshaucios. Adán se acuerda de la reforma laboral a diario, Eva no se puede poner la epidural porque tiene un tatuaje en los riñones. Y Dios no vio nada ni bueno ni malo porque se quitó del medio pronto.
A pesar de que por aquellos cobros no había mucha gente, con el tiempo se hizo una clientela fiel aquel Mercadona en el que sonaban músicas celestiales y los paquetes de galletas no traían ninguna rota. El creador de todo aprovechó el trozo de Edén que le quedaba para hacer unos cuantos pisos y alquiló-los. Ahora vive de las rentas y solamente dobla los dorsales cuando se lo pide su profesora de pilates.
Y vio Dios que aquello estaba del carajo.
P.D: No le busquéis tres pies al gato. El texto es una paranoia y no voy a dar más explicaciones.
La diferencia entre los suecos y los inmigrantes ilegales es que los suecos ven y decoran todo con optimismo
Recuérda-me a uno de mis diálogos. Y dijo el hombre indeciso, en gallego el pronombre va después del verbo pegado a éste. Y ellos vieron cómo perdió-se otra costumbre.
ResponderEliminar"A la sazón" es una coletilla de un profesor mío.
Un poco locura el texto, sí.
Saludos.
Muy grande, me recuerda a "Eva tomando el sol" (¡bendito descontrol!).
ResponderEliminarQuizás de Sabina se parezca más "Los cuentos que yo cuento", pero "Eva tomando el sol" es mucho mejor canción :D.
ResponderEliminarQué gran texto. Humor y Antonio en estado puro, tocaba!.
ResponderEliminarPor cierto, ahora he recordado que estoy esperando alguna carta más de Don Jesús María del Valle Fresnedoso
ResponderEliminarY recetas de cocina. Gracias por recordármelo. Es que se me va la cabeza.
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