No me queda cera
para hacerte unas alas,
no me quedan soles
ni dioses que los fabriquen
para derretirlas,
para que seas libre
de caer o de no,
de besar el mar,
de obedecer las leyes,
de pagar lo injusto y caro.
No me quedan ganas
de acampar ante la puerta
de la casa del deseo
ni de inventar engaños
que me procuren
oportunidades,
que me acerquen
a las victorias más sonadas,
que cubran mis defectos.
No me quedan motivos,
aquí les dejo una herida.
No me quedan cadenas
porque las que tenía puestas
hace mucho que las tiré
y a nadie le deseo
mis águilas ni mis hígados,
ni mis fuegos,
ni mis misiones.
Quede como despedida
que sólo quería libertad,
ahora mentíos
y prometeos felicidades.
P.D: Pa comerme entera.
"Y que el primer paso hacia el amor sea ahorrar".
miércoles, 13 de febrero de 2013
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Qué juego da la mitología, concretamente entre parchís y dominó, muy por delante de la oca.
ResponderEliminar...y prometeos felicidades. Pa comerte muy seriamente, sin esbozar apenas sonrisa.
Miedo me dan tus antropófagos amores :D.
EliminarP.D: "y caro", "aquí les" y "prometeos", lo que tiene ser tonto.
Muy mitológico, sí señor.
EliminarEs que el último era el más fácil de ver. Aún así la referencia a cada uno queda claras en tus estrofas.
No te dé miedo.
:D
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