jueves, 28 de mayo de 2009

Amago de fantasía

No podía cerrar los ojos ante tanta maravilla. Sin duda, se encontraba en el lugar más mágico del universo. Mientras caminaba, asistía perplejo y boquiabierto al espectáculo que tenía delante. Todo cabía en aquel camino arbolado. Entre los chopos y las flores de todos los colores, vio un pequeño grupo de demonios haciendo travesuras y chinchando a los caminantes. También había angelitos. Algunos jugaban y se divertían con los diablillos, otros, más serios, vigilaban el camino o reflexionaban tranquilos. Enormes arbustos floridos se movían y sonreían junto a elfos y otros seres del bosque que los guardaban. Había allí comerciantes con aves pequeñas y grandes, comunes y exóticas. También con conejos, ardillas, gatos y perritos. Una señora muy muy gorda paseaba gritando y riendo escandalosamente, abrazando a todo el que se le pusiera por delante. Un grupo de jóvenes bailaba extrañas danzas contorsionistas frente a un vaquero que dormía en el suelo. Un señor muy gracioso se había echo un lío enorme montando su puestecito y se había quedado atrapado entre un montón de trastos. De repente, un dragón chinesco, largo y azul asomó al paseo entre los árboles con las fauces abiertas. Había también una mesa puesta, lista para comer, allí en medio y sola. Un chaval que se acercó a inspeccionarla se metió debajo para ver si había alguien allí, pero lo tiró todo al suelo. Frente a esto, un grupo de negros de la selva mostraba una danza tribal. También había equilibristas, ciclistas confusos, y señores con chistera junto a damas victorianas. Al final del camino, la estatua de un señor enorme y muy serio señalaba decidido al mar. El mar, tal vez fuese aquél su destino, como le señalaba aquél gigante.


Tristemente, el paseo acababa ahí. ¡Papi papi, otra vez porfi!, comenzó a rogar el pequeño. El padre sonrió y asintió. Debía de ser fantástico ver Las Ramblas desde los ojos de un niño.


5 comentarios:

  1. Me ha encantado la idea y la forma de contarlo, poniéndolo en los ojos de un niño, donde es mucho más fácil intuir la magia.
    Me ha empalagado un poco, pero bueno, supongo que era algo necesario en el texto.
    Mola.

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  2. Mola!!! Pues yo creo que nosotros ese paseo lo vivimos asii, o por lo menos disfrutamos como un enano!! y el que mas Chory y como la foto lo demuestra, el era un niño grande dentro de la sabana de la Rambla.

    PD: estamos nostálgico en...

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  3. Lo más importante es que has incluido lo de la mesa con el plato de comida XD. No puede ser, quiero volver a ese momento.

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  4. Gran texto y gran foto (supongo que Chory no te denunciará por exponer su imagen sin permiso xD).

    Pero sobre todas las cosas, qué tremendamente bien lo pasamos en Las Ramblas, sin duda entraría en una supuesta clasificación de mejores días de mi vida.

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  5. Sin duda, fue un gran dia en un sitio mágico... Barcelona es lo que tiene, es capaz de inspirar a cualquiera. Curro, ¿cuantas veces tengo que decirte que Chory es de dominio público?

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