miércoles, 11 de febrero de 2009

Amigo de la cobardía

Quizá no, se suele afirmar que la cobardía no es buen acompañante cuando emprendemos cualquier recorrido, pero no siempre es así. Se podría decir que con la cobardía pasa lo mismo que con el miedo, son armas de doble filo, hay que saber aplicarlas y pueden ser tan positivas y consecuentemente efectivas como cualquier afilada katana.

Así que el día del fracaso, el del miedo a la segunda oportunidad y el de las NO nuevas sensaciones, el de aquellos sueños ya tenidos, el del recuerdo de lo más negativo de lo vivido, sólamente cuando consigues remover lo que creíste enterrado puedes hacer uso de las válvulas de escape. Y entonces aparece lo más personal y didáctico de cada individuo, que puede verse reflejada en las salidas más dificultosas posibles o en las más previsibles. Todo depende, y cuando digo todo es todo, de cada uno de nosotros.

Perdón por filosofar baratamente, pero no hay aforismo más cierto que aquel que dice que la vida es estado de ánimo. Me pregunto cuánta razón tendría aquel ensayista que frecuentaba el Café Tabac des Deux Moulins (donde le atendía la preciosa Amelie Poulain) cuando proclamaba a ciencia cierta que de fracaso en fracaso nos habituamos a no superar jamás la fase de borrador. Y me lo pregunto deseando oir siempre la misma respuesta, ansiando que alguien me confirme que ciertamente podemos habituarnos a tal estadio, que no es suficiente con llegar hasta allí y que superarnos no es más que una expectativa. Aquí es cuando uno se va dando cuenta de que la cobardía podía ser más que un arma, incluso más que una compañera de viaje, podía ser una buena amiga.

Así que días como hoy, días de hoy, de los que todos hemos vivido, es cuando uno se acerca a nuestra amiga para poder consolarse con su presencia, y en el momento en que nota que ésta ha aceptado su triste invitación es cuando a veces repara en lo dañino que pueden ser las heridas que le haga y en lo mucho que la necesita. Sin embargo hay veces que su amiga rehusa reunirse con uno, dejándonos la sensación de vacío más necesaria, la de la vacancia preludio del lleno que nos lleve a la plenitud. Andamos a la merced de nuestra amiga, deseando internamente que acceda a nuestra proposición pero con la conveniencia de su rechazo.

4 comentarios:

  1. jajaja curro eso se quita con una cerveza chulo!!

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  2. A Pedro: MMmm gracias por aclararme un poco lo de Cuba,yo estoy de acuerdo contigo en lo del Tibet,creo q los paises deben progresar a su ritmo sin que nadie los ocupe,y China menos¬¬
    Y yo SOY independentista andaluza >.< aunq coincido contigo en que en estos momentos no seria inteligente ni bueno para nosotros,más adelante si.No me odies,no me pegueees,juro que soy una buena persona(aunq Pepo y Jero digan lo contrario):P

    A Curro: el miedo puede ser un arma depende de para qué,lo mismo que la cobardia.Quiza suene mal pero creo que ser cobarde no suele llevar más que al conformismo,y eso nunca es bueno(al menos para mi).Aparte que cuando alguien usa el miedo como arma,la usa porque otros son lo suficientemente cobardes como para no afrontar sus miedos(valga la redundancia).Si este escrito va por un tema más personal que lo abstracto,que es lo que parece,mucho animo;y buena suerte^^

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  3. Como habéis podido comprobar en principio no hay suicidio inminente, pero no descarto nada.

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