viernes, 11 de septiembre de 2009

No hemos aprendido nada

Hay un cuento moderno, muy famoso y muy leído, que ocurre en la Alemania Nazi. Es una historia de alemanes, judíos y el holocausto, donde aparecen familias, gentes de todos los bandos, padres que trabajan para Hitler, campos de concentración y cámaras de gas. En este cuento, que es para niños y no tan niños, ocurre lo que tiene que ocurrir y cuenta lo que debe ser contado, incluyendo la muerte y el horror de aquella época. Aparece, eso sí, de una forma magistral, sutil y elegante. Lo necesario para ser comprensible y evidente. Para dar la pena que debe de dar, de forma franca, pero sin traumatizar a los niños y mayores que lo lean. Sin mentir ni maquillar la barbarie, pero sin caer en el morbo de lo evidente. Y este cuento, que todo eso cuenta, termina con estas dos frases:
“Todo esto, por supuesto, pasó hace mucho, mucho tiempo, y nunca podría volver a pasar nada parecido. Hoy en día, no”.

Y así, los lectores, cierran el libro con el corazón en un puño, terriblemente compungidos por lo que acaban de leer –muchos vertieron lágrimas con ese cuento y su película-, pero profundamente aliviados al mismo tiempo por las últimas palabras de la historia. Creyéndoselo. Sabiéndose a salvo. Seguros.

Esas dos frases han sonado en la cabeza de todos nosotros cuando pensamos en aquella época, en aquella guerra y aquel Holocausto, de alguna u otra forma, hayamos leído el libro o no. Pensamos que todo eso fue un gigantesco error en masa de la humanidad, pero que hemos aprendido la lección. Que nunca volverá a pasar. Y que por supuesto, no a nosotros. Estamos a salvo. Pensamos eso y seguimos nuestra vida sin temor. Hemos superado aquello. Y a nadie se le cae la cara al suelo de vergüenza. Porque a lo mejor, hasta nos lo creemos.

Creemos que aprendimos la lección de 1945, que jamás se podrá volver a perseguir a un pueblo, que jamás se matarán masas de personas por ser de una religión, de un país, de un color, de un sexo. Pensamos en el Holocausto Nazi, en seis millones de judíos muertos, y nos suena a pasado. A algo extinto. Ya no creemos en los genocidios. Nunca podría volver a pasar nada parecido. “Hoy en día, no”. Y nadie piensa en Srebrenica, ni en Sabra, ni en Chatila. Nadie se acuerda de la Plaza de Tiananmen, ni lo que se gritaba en la Plaza de Mayo. Nadie llevó la cuenta de los muertos en Ruanda -un millón-, ni en el Congo -cuatro millones-. “Hoy en día no”, pensamos. Cuando hoy en día, en Afganistán, los hombres tienen derecho legal a privar a sus mujeres de comida si no les satisfacen sexualmente. Hoy en día, en Afganistán, las mujeres deben pedir permiso por ley a sus maridos para salir de casa. Y nadie mueve un dedo por las mujeres afganas. Todo lo contrario. La OTAN considera un triunfo para la democracia las pasadas elecciones afganas. Un triunfo en nombre de la democracia donde el castigo por ser violada es la lapidación. Morir apedreada. Y no es sólo en Afganistán.

En Sabra y Chatila, treinta y siete años después del Holocausto, en la guerra del Líbano, fueron asesinadas tres mil personas en un día. Por ser palestinos. El crimen fue ejecutado por la Falange Libanesa -Falangistas Cristianos del Líbano, con su Cristo, su Dios y todo-, con la ayuda del ejército de Israel. Sólo treinta y siete años después, las mayores victimas de la historia ocuparon el lugar de los verdugos. De los asesinos. De los Nazis. Ariel Sharón, entonces Ministro de Defensa israelí -años después, elegido presidente por el mismo pueblo de Israel-, conocía y permitió la masacre. En Srebrenica, en 1995, cincuenta años después del Holocausto, hace catorce ahora, tuvo lugar la mayor masacre producida desde la matanza judía. El ejército serbio asesinó en dos días a más de 8000 personas. Todos los varones del pueblo de Srebrenica, más algunos niños, ancianos y mujeres. Ocurrió en una ciudad protegida y custodiada oficialmente por la ONU, en la que había prensa internacional. En 1995 -“Hoy en día, no”-. Y a esos muertos hay que sumarles todos los de la Guerra de Bosnia: las ejecuciones de todos los pueblos bosnios invadidos, el asalto de Gorazde, la matanza del puente de Visegrad, las violaciones en masa, los francotiradores del Sarajevo. Masacrados, por ser bosnios. En el Holocausto judío fueron asesinados seis millones de personas. Seis millones de muertes que no sirvieron absolutamente para nada a la humanidad. Seis millones de muertos tirados a la basura. Junto las muertes de la Guerra Civil española, los muertos de Hiroshima, los purgados de Stalin, y todas las fosas comunes que hayan violado nuestra Tierra durante toda nuestra historia.

“Todo esto, por supuesto, pasó hace mucho, mucho tiempo, y nunca podría volver a pasar nada parecido. Hoy en día, no”. Y nos sentimos seguros porque a nosotros no nos va a pasar. No. Hoy en día no. Estamos a salvo. Sin pensar que nadie movió un dedo por los palestinos muertos en la Franja de Gaza, hace pocos meses, ni que nadie movió un dedo por los muertos en la Guerra de Georgia, hace un año. Y ambos están en Europa. Y nos sentimos protegidos, sin pensar que nadie mueve un dedo por las muejeres sometidas por el Islam. Sin pensar que nadie mueve un dedo por los muertos en las guerras africanas.

“Todo esto, por supuesto, pasó hace mucho, mucho tiempo, y nunca podría volver a pasar nada parecido”. Es la llave maestra que cierra nuestros pensamientos cuando evocamos la barbarie Nazi. Aprendimos. Pero nadie movió un dedo por los muertos de Sabra. Nadie movió un dedo por los muertos de Chatila.

“Todo esto, por supuesto, pasó hace mucho, mucho tiempo, y nunca podría volver a pasar nada parecido”. Y nadie movió un dedo por los muertos de Srebrenica.


18 comentarios:

  1. Pedro, lo dijiste todo! Excelente, creo que no he podido encontrar un hueco en donde disentir con algo. Nada, todo lo que dices es verdad y lo comparto absolutamente. Creo que la barbarie de la guerra, de las masacres, de los genocidios, no ha desaparecido, ni va a desaparecer. Solo falta con recordar que hasta hace un par de años algunos líderes estúpidos y perversos
    Hablaban de “guerra de civilizaciones”, como el señor Bush, los imbéciles ciudadanos estadounidenses que lo votaron, los líderes promiscuos de Europa, como Aznar, Rajoy y toda esa sarta de fanáticos y muchos otros.
    Es evidente que los crímenes contra la humanidad siguen ocurriendo, y no solo de forma directa como en matanzas y guerras, sino que hay crímenes silencios que corroen lentamente a los pueblos oprimidos y tercermundistas del mundo, sometidos a la ineptitud, corrupción y autoritarismo de sus propios líderes y a los intereses de las grandes potencias que tanto daño le han hecho y le hacen al mundo.
    Una vez hablaba sobre los problemas de la inmigración con un familiar de España y se quejaba de todo, era una crítica cuasi xenofóbica que ella hacía sobre los moros, los negros del África, los latinos, los sudacas, los ecuatorianos, “las rubias polacas, ucranianas, rumanas que conquistan a los esposos de las nobles mujeres de España para robarles todo lo que tienen”, etc. Y yo le rebatía preguntando si ella sabía la ubicación geográfica, las culturas, el origen, las causas de los problemas sociales, políticos, económicos de los países del cual provenían todos aquellos inmigrantes. Claro, la respuesta era que no tenía la menor idea, que para ella todos los latinos era sudacas, todos los moros moros, todos los negros negros y así, sin distinguir de qué país eran ni nada, claro, porque no lo sabía, al parecer no le habían enseñado en la escuela que el mundo está compuesto por continentes y que los continentes, “contienen” países y que cada país tiene su origen, su cultura propia, su idiosincrasia, sus problemas, etc.
    Mientras yo le rebatía todo lo que me decía, ya que para mi eran cosas sin sustento moral, me terminó diciendo…, “…..es que Rafa, tú no sabes lo que es vivir en un país en el que estás rodeado por extraños….”. A lo que yo dije, ¿qué no se?, la que no sabe sos vos., no sabes convivir con personas distintas ni tolerarlas como son, yo sí sé lo que es, he nacido en un País en donde todo, absolutamente todo, es o era extraño, la mayoría provenimos de países extranjeros y este país se creó de los inmigrantes que huían de las guerras, del hambre, de la pobreza. Españoles, italianos, rusos, alemanes, franceses, portugueses, griegos, ingleses, polacos, belgas, judíos, ucranianos, chinos, africanos, coreanos, bolivianos, peruanos, paraguayos, uruguayos, chilenos, etc. Todos, a pesar de actos aislados de xenofobia, fuimos y somos aceptados como Argentinos. Creo, que para empezar no hay q ser hipócritas, hay que saber lo que ocurre en el mundo, conocer la naturaleza de los conflictos, la idiosincrasia de los distintos pueblos y, por sobre toda las cosas , salir del “paraíso” de cristal consumista al que el mundo globalizado nos ha sometido. Al parecer, en la actualidad, para muchos de nosotros la vida es solo eso, trabajar, comer y consumir. Pero el pensar y observar las cosas que ocurren un poco más lejos que la distancia que va de nuestros ojos a la punta de la nariz es algo que cuesta mucho al parecer.
    Quizás eso es lo que tengamos que cambiar, para que de verdad, los crímenes y las barbaries masivas se terminen de una vez.

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  2. Chapó. Y yo no he querido decir otra cosa que esa. Me alegra que compartamos esa visión, Rafael. Más aún viniendo de alguien con tu experiencia y compromiso. No hay mejor colofón al artículo que tus últimas frases. Muchísimas gracias por el comentario y un fuerte abrazo amigo!!

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  3. Las guerras y matanzas son representación de la bestialidad del ser humano, que intenta despegarse de su carácter animal y con actos cómo éstos no hace más que reafirmarlo.

    Cada día que pasa hay menos cosas por las que sentirse orgulloso de ser humano, habría que llevar la cabeza gacha porque no hemos avanzado como bien dices.

    Aparte de cualquier tipo de discriminación, la gente muere por tener recursos de importancia en sus territorios (ya sean combustibles o materiales diversos) y de hambre. También hay gente que no puede vivir en su casa y que convive en campos de refugiados.

    Los medios de comunicación no hacen reflejo de la mayoría de estos atentados que quedan enmudecidos, mientras la jodido Belén Esteban (por poner un ejemplo de nuestro país) consume horas y horas de televisión, porque por desgracia ella es más interesante que los muertos que pueda haber en cualquier sitio.

    La culpa es de nuestra puta falta de empatía, de ponernos en el pellejo de una persona que sufre por un momento. Nos creemos solidarios y somos una puta mierda.

    Lo siento, tenía que desahogarme que el texto invita un poco a ello.

    Con el Bimbo sin corteza no habrá hombres de provecho, pero con las matanzas nadie puede llamarse ser humano.

    Gracias por el texto, y seguid así, pimpollos.

    Un saludo,

    Mufasa.

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  4. Simplemente:
    Gracias a ti. (y no dejes de hacerlo)

    "La gente muere por tener recursos de importancia en sus territorios". Eso es lo que somos.

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  5. En realidad no es tan largo como me pareció ver. Quizás lea el texto (el primero).

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  6. Pedro, voy a empezar diciéndote que me ha encantado el texto, creo que tienes toda la razón, que no es que sea posible que ocurra esas barbaridades, si no que ocurre.


    Simplemente, vivimos en un mundo de locos.


    Pero….. ¿qué nos podemos esperar del ser humano? ¿No está continuamente demostrando cual es su verdadera naturaleza?


    Unos comen en Mc Donald, atiborrándose de grasas saturadas de una carne de cuestionable procedencia, mientras que otros comen en petates que le da la Cruz Roja (o Media Luna Roja) una sopa que por poco les da para lo mínimo. Siendo estos afortunados, pues no están en el frente siguiendo a un general que está más preocupado en conseguir diamantes (por ejemplo) que en las balas que matan a sus soldados. Lo triste es que estos soldados son niños.


    Es cierto, vivimos en un mundo lleno de odio. Podemos pensar, que es una pena las mujeres que son mal lapidadas en Afganistán, los niños de la calle de Brasil, los homosexuales que son colgados en Irán cual criminales……… (es triste lo larga que puede ser esta lista). Lo peor es que ese odio lo tenemos más cerca de lo que pensamos, como Rafa ha dicho, todo el mundo conoce al típico tío, vecino, amigo, colega… al fin y al cabo IGNORANTE, que ha soltado alguna barbaridad como “los negros vienen a robar”(Vamos a ver ignorante, cuando digas la verdad en la declaración de hacienda llama ladrón a quien quieras), “los moros huelen mal”, “todos los argentinos son mentirosos”. Que podemos esperar de la gente del tercer mundo que se a criado en las peores condiciones si aquí mismo tenemos a personajes como el que le dio una patada en la cara a una sudamericana en el metro de Madrid, o a gente que está orgullosa de decir que ODIA a los moros.

    Me gustaría incluir una cosilla que me decía un profesor de mi colegio, “El racismo (y en definitiva cualquier otro odio) se cura leyendo, así que ignorante lee”.

    En fin, no sé si me explicado bien, pero vamos, la conclusión es que por desgracia el problema está más cerca de lo que pensamos.

    Siempre me levanta el animo pensar en personajes como Oskar Schindler o Raoul Wallenberg, quienes son ejemplos de la faceta altruista que esconde el ser humano. (Os recomendó que leáis aunque sea sus vidas en la wikipedia, aunque supongo que los conoceréis.)


    Un saludo a todos.

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  7. Ains... La lista de Shindler... ¡Mi película favorita! Ante todo, muchísimas gracias por comentar Quique (porque creo que eres Quique, ¿no? ¡a ver si la voy a la cagar!) Afortunadamente tienes razón en lo que dices: no todo es malo. Hubo hay y habrá gente buena en el mundo.

    Por cierto, es posible que eso que decía tu profesor fuese un parafraseo de Pio Baroja, que dejó escrito: "El nacionalismo se cura viajando; y el carlismo leyendo". Y afortunadamente la lectura es un antídoto contra el mayor virus de este mundo, como bien decía tu profesor: la ignorancia. De hecho, una vez leí en algún libro (debía de ser un clásico de los de la infancia, porque ya no recuerdo el título; se lo decía el padre al hijo porque una noche después de cabalgar con su caballo le dio de beber agua fresca para que se recuperase y no lo tapó con una manta y estuvo a punto de matar al animalillo) que la ignorancia es aún más peligrosa que la maldad.

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  8. jajajajajaja si si soy kique. XD

    Tienes toda la razón, en mi opinión son dos virus: la ignorancia y la indiferencia.

    Gran película La lista de Shindler.

    Quería señalar que antes el Word me ha dejado una errata donde dice recomendó, quería decir recomiendo.

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  9. Una pelicula que va al hilo de este post:

    http://www.cinetube.es/indices/laola.html

    "La Ola".

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  10. Todo esta cuestión deriva del mismo problema, EL PODER, el poder material, económico y tiránico. El que hace mover a las masas, el que arremolina a los adoctrinadores. Me aterra saber que detrás de cada culpable, existe alguien que es más culpable que éste, y así sucesivamente.

    Buen texto Pedro.

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  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  12. Pedro, veo que este post hizo movilizar al vulgo, jeje!, felicitaciones.
    Rectifico, porque he omitido un par de cosas en mi comentario. Cuando dije que en Argentina había africanos, yo también caí en la generalización. Los africanos que migran en la actualidad a mi país son, en su mayoría, de Costa de Marfil, Camerún y Nigeria. Y creo que le han hecho muy bien a este país, porque le han aportado una diversidad cultural y racial a esta tierra que durante mucho tiempo no tuvo. Comento que en Argentina había y continúa habiendo ciudadanos de origen africano, aunque la mayoría fue exterminada cuando durante las guerras de la independencia argentina, se utilizó como carne de cañón a este colectivo social, utilizándolos como soldados rasos. Eran los primeros en la línea de batalla y fueron los primeros en morir, de esa forma, los próceres de la independencia argentina exterminaron a esta raza lamentablemente. Aunque aún quedan testimonios ancestrales en nuestra cultura y en nuestros rasgos. En Argentina, durante la época de la colonia se utilizó al colectivo africano como cuasi servidumbre o esclavitud en las estancias y en el campo, aunque esta modalidad no fue generalizada y por sobre todas las cosas no era bien vista. También llegaron muchos africanos procedentes de Brasil, ya que escapaban de la esclavitud, venían a la Argentina porque a pesar de todo, mi país, les dio cobijo cuando sancionó una ley en la que fue prohibida la esclavitud, una ley que para la época era un modelo.
    En cuanto a lo que dijo Yo Mismo, lo acepto, los argentinos somos soberbios, mentirosos y tenemos mala fama, aunque debo decir, que no todos somos iguales, ni estamos orgullosos de que nos vean de esa manera, justificada o injustificadamente, porque creo que es uno de los males que tiene la sociedad en la que vivo, junto a muchas virtudes. Igualmente, me gustaría decir, que en Argentina, no somos todos iguales, hay una gran diversidad de idiosincrasias, culturas y comportamientos sociales, todo difiere entre cada provincia y región, y por supuesto entre las provincias del interior y Buenos Aires, quizás Uds. estén acostumbrados al comportamiento típico del Porteño o ciudadano de Buenos Aires que migra a España o que aparece en las telenovelas de moda ( las cuales me parecen un horror, que no hacen más que ridiculizar la idiosincrasia de todo un País)
    JE, bueno, no quiero irme por las ramas como buen argentino que soy.
    Pedro, una vez más, me ha gustado tu post. Creo que lo importante es ver la realidad y evitar caer en los estereotipos, las noticias estandarizadas y el consumismo. El hombre no puede vivir aislado, porque el aislamiento lleva al fundamentalismo.

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  13. Gran película la que has puesto "J.L.".:-P

    Se ve como cuando la gente deja de ser critica, acepta las ideas de algún iluminado como verdad pierde totalmente el criterio. Siendo capaz de hacer atrocidades como cualquiera que hemos mencionado antes.

    Al fin y al cabo somos borregos.

    Por cierto Rafael, no quería decir que pienso eso sobre los argentinos, si no lo que tu has dicho, que no es correcto generalizar.

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  14. JAja!, claro Yo Mismo, lo he entendido bien. Simplemente estaba haciendo una autocritica de cómo somos los argentinos. No quería decir que vos hayas dicho eso. Simplemente quise ser autocrítico sobre nuestra forma de ser..., nada más. Un gusto conocerte, un abrazo.

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  15. Simba, has triunfado últimamente con tus textos, están dando mucho que hablar.

    Enhorabuena.

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  16. Pues, como la Regla del Cimbrel no tiene carácter retroactivo y tanto mi primo como Curro han publicado un comentario que se puede leer (los demás no los leeré jamás), me he animado.

    Primeramente, buen texto, muchacho. Se lee muy fácilmente para lo largo que es. No es denso. Molas.

    Por otra parte, "El niño del pijama de rayas" me parece un libro bastante engañabobos. Si me dicen cómo me iba a dejar de indiferente antes de leer no lo empiezo jamás. Está escrito con habilidad, poco más se puede decir a su favor.

    Por último, mi opinión:
    La guerra deshumaniza al ser humano sacando a relucir el animal que somos en realidad. Y no hablo tanto del soldado que mata (que ya tiene lo suyo, quizás subsanado con el hecho de que se deja matar) como del busca-votos cabrón.
    Somos depredadores de nosotros mismos y de todo lo que nos rodea.
    Y sé que es poco esperanzador el panorama que uno se encuentra cuando se asoma al mundo, que "la cosa" está fatal, que la gente muere mientras nosotros vemos ENTRENAR a CR-9 y que dejamos el plato a medio vaciar sin darle importancia. Es totalmente cierto y totalmente desolador. Pensar en ello quita las ganas de inspirar de nuevo. Sin embargo (claramente había un "pero" que no era una manzana) mantiene uno la esperanza pensando en los periódicos que se podrían haber sacado en siglos pasados.
    Vamos, que "Hoy en día sí... pero quiero pensar que un poquito menos".
    No sé, es una idea que puede ser perfectamente una gilipollez sin meditar. Quizás no.

    P.D: Vaya tocho, joder, doy asco.

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  17. Excelente texto, Pedro. Y no veas qué impacto, ¿no? Está claro que siguen cometiéndose crímenes contra la humanidad, y siempre es importante recordarlo y tenerlo presente. Enhorabuena.

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  18. ¡Mejor amigo!
    Hace ya tiempo que debería haber leido esto, porque por lo que veo lleva colgado bastante tiempo.
    Pero bueno, hoy ha sido el día y la verdad que me ha hecho pensar, y eso es lo que más agradezco cuando leo algo.
    Te felicito.
    Ana R.

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