lunes, 9 de noviembre de 2009

El Muro de Berlín: 20 años de un día glorioso



















Una cicatriz
de adoquín
cura en Berlín.

Y en Postdamer Platz
los niños juegan a saltar
sobre la línea que separa la ciudad.

Trozos del muro anticapitalista
se venden a los turistas
a precio de souvenir.

Se alza Niké triunfante
en lo alto del Tiergarten
ante un unido porvenir.

Las víctimas de sus errores
en gigantescos y negros bloques
componen un mar de luto sin fin.

Mientras, en el mástil del parlamento
un águila negra y noble ondea al viento
perdonada por los hijos de David.

Duermen ya en la ciudad tranquilos
Babilonia, Pérgamo, papiros del Nilo
y Nefertiti sin dejar de sonreir.

Sin importarles que vengas del lado federal
serán los que te den paso los pequeños Ampelmann
si vistas los mastodontes de Karl Marx Alle.

Porque una noche al fin Berlín se hizo uno,
sus hijoss a golpes tumbaron el muro
y cosieron los dos bordes del Srpee.

La Puerta de Brandenburgo ya no cierra nada,
siguen en pie las iglesias bombardeadas,
y todos pueden llegar a la Plaza de París.

Pasean por la más bella Europa bajo los tilos
universitarios, turistas, abuelos y vecinos
camino de Alexander, sin guardias que eludir.

Una cicatriz
de adoquín
cura en Berlín.

Y en Postademer Platz
los niños juegan a saltar
sobre la línea que separa la ciudad.

...................................(Pedro M. Martínez Pérez- Crespo)


3 comentarios:

  1. Otra vez tu poema maricon!!

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  2. Joder, se me quedará grabada la frase de "V de Vendetta" para la eternidad:
    "Los símbolos tienen la fuerza que el pueblo les da". Más o menos, igual el entre-comillado es demasiado exagerado.

    No se te pasa ningún acontecimiento importante. Buen recordatorio.

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  3. Lo de los alemanes en el siglo XX fue una ansia de protagonismo desaforada.

    Buena idea lo del texto y tal ;).

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