sábado, 27 de noviembre de 2010

Vibrio Cholerae



Normalmente en este blog primero preparamos la entrada, y al final añadimos alguna imagen más o menos relacionada con el tema. Hoy vamos a hacerlo al revés. Primero vamos a escoger la imagen, y después intentaré escribir algo que refleje, más o menos, de acuerdo mis limitaciones, lo que ella muestra. Así que antes de seguir leyendo, deténganse un instante. Obsérvenla bien. ¿Qué ven?

Seguramente les suene. Esa fotografía fue, hace una semana, portada en los principales periódicos y telediarios del país. Lo que muestra es a una mujer moribunda -que no muerta- tirada en una calle de Puerto Príncipe, Haití. Por el periodista que la tomó, sabemos que esa mujer padece cólera, y que está a muy pocos metros de las puertas de uno de los improvisados centros sanitarios instalados en la capital.

Si nadie la ayudó entonces, esa mujer sin nombre que ahí yace forma parte de una lista. La de casi dos mil muertos por cólera desde que estalló el brote en esa parte de la isla. En apenas un mes. Una vez escuché a un médico decir que mil muertes son una estádistica, pero una muerte es una tragedia. Pues ahí la tienen, una de esas casi dos mil personas. Con su rosotro, su dolor, su color de piel, sus vecinos observándola y su miseria. Una de las más de mil tragedias.

De lo que están muriendo ahora en Haití, terremoto y pobreza crónica mediante, es, como ya hemos dicho, de cólera. Pero... ¿qué es el cólera? Quizá, para entender bien la magnitud de esta fotografía, convendría saberlo. Es cólera es una enfermedad causada por una bacteria, el Vibrio Cholerae. Hay muchas cepas distintas, en función de su gravedad, y en las más peligrosas de ellas se calcula que alcanza un 60% de mortalidad en los casos que evolucionan sin intervención médica. Es extremadamente difícil su contagio entre humanos, y su vía de propagación e infección es, principalmente, a través de alimentos y agua contaminada por la bacteria: ríos, charcos, lagunas, embalses, tuberías... Y cuando mata, lo hace de una forma cruel. Invade el intestino de los enfermos, afectándolo y desestructurándolo de tal forma que les induce una diarrea tan brutal que acaban perdiendo más agua en sus heces de lo que sus organismos pueden resistir, y mueren deshidratados en muy pocos días. Tan escatológico y duro como suena.

Ahora bien, si el cólera se ha cobrado casi dos mil vidas en un mes en Haití... ¿saben cuantas almas ha sesgado en España en los últimos años? Cero. Casi treinta casos desde los años ochenta, con ninguna muerte. Eso no es sólo porque el vibrio pueda eliminarse del agua contaminada y controlarse perfectamente. Que va. Es porque el cólera se cura. Y muy fácilmente. Tan sólo hace falta reponer al enfermo los líquidos que ha perdido y, en algún caso, un antibiótico. Nada más. Así, mientras en el mundo civilizado no pasa de ser una anécdota, ahora mismo mueren por millares en el resto del planeta. Que por cierto, es la mayoría del Mundo. Lo mismo con cientos de enfermedades. Y en Haití van cayendo como moscas, y ni los muertos encuentran descanso porque les da miedo enterrar los cadáveres, que se pudren en las calles.

Hace pocos días, las "inexplicables" revueltas organizadas de cientos de haitianos en contra de los Cascos Azules y el personal de la ONU allí presente también fue portada en los medios. Con palos, piedras y pistolas, mientras sus familiares y vecinos morían, les acusaban, haciéndoles representantes del resto de la humanidad, de ser responsables de sus desgracias. Y todo eso lo hacían sin saber, en el fondo, la razón que tenían...

4 comentarios:

  1. No me ha quedado muy bien, pero bueno, se entiende el mensaje.

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  2. Pues a mí me gusta. No es que me guste llevarte la contraria, jajaja.

    Es que has explicado de una forma muy simple lo que allí acontece, qué pasa, cuál es la causa, explicada detalladamente y la macabra realidad si la comparas con nuestra situación.

    Te centras en problema sin señalar demasiado con el dedo, pero ahí quedan las muertes, que no importan a quienes debieran (los que pueden hacer algo, claro) y que atormentan a muchos otros como si fuese una broma macabra.

    Saludos, majo.

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  3. El mundo es una pelota hecha de mierda. ¿Soy pueril y fatalista? Pues no, soy un niñato pesimista, que es peor.
    Pero así es la vida. El terremoto de Haití no fue más que un pisotón en un sitio que ya se había derrumbado (como el de India, el de Chile, el de China o el de Indonesia). Y ahora se han ido algunas cámaras y otras se han quedado porque ya que estaban allí... Tristísimo TODO.

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  4. Muy claro todo, explícito, al grano. Nos lamentamos de lo que nos dicen que nos lamentemos, y no es más que un pequeño porcentaje de todo lo que pasa. El poder corrompiendo y decidiendo, como siempre, como en todo.

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