miércoles, 25 de enero de 2012

Con la venia de su CALAÑA

“Alarma social”. “Gran alarma social”. Con esas palabras ha presentado hoy el Ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, el cambio de ciclo que se está empezando a gestar en España, un cambio de ciclo generado por la inquina y el resentimiento. Un movimiento surgido de la venganza popular, de la sinrazón vengativa carente de los elementos objetivos necesarios para construir un ordenamiento jurídico no ya justo, sino lógico. Lógico con el progreso, con la equidad, con los valores que han convertido al mundo en un sitio, dentro de su miseria, mejor de lo que era antes.

Pero, ya sabemos, el dolor y el miedo traspasan fronteras, y la idea de alternación de posiciones es, incluso, algo coherente con las tendencias semirradicales. Vamos, que puedo llegar a entenderlo en una situación límite a pesar de mi condena. No es menos cierto que me duele comprobar como la noción de justicia se ve menoscabada por gente que la utiliza como sinónimo venganza, afortunadamente hasta hoy consideraba que de lo poco bien que se hacía ahí arriba, en ese púlpito de dioses políticos que hacen y deshacen a su antojo, era no tolerar la intervención popular en el poder legislativo, en el poder judicial.

Hoy eso ha muerto.

Hoy el pueblo ya no es sinónimo de libertad (si es que alguna vez lo fue). Es sinónimo de masa enfurecida, de tropezones aderezados con el calor de las antorchas que claman “JUSTICIA, JUSTICIA” intentando derribar las puertas del castillo, donde el asesino espera.

Se ha muerto la relación de causalidad, ha muerto la igualdad tipificada. Si la intención expuesta por el Ministro Gallardón sigue adelante, la objetividad de los requisitos penales ha dejado paso a la subjetividad y a la popularización de la justicia.

Alarma social, es decir, cuando los medios de comunicación quieran. Cuando la vox populi salga de la cueva movida por el morbo y la influencia. Entonces ahí se podrá aplicar la “prisión permanente revisable”. Sí cuando la víctima del homicidio sea una niña con cara de ángel, no cuando la víctima del asesinato sea un vagabundo. Sí cuando el asesino sea un asesino en serie, no cuando el asesino sea un asesino de traficantes.
La alarma social, el concepto que desde hoy se utilizará como algo nuevo que ya existió, y que me acerca poco a poco, idea tras idea, al verdugo, a la plaza y a la horca.

9 comentarios:

  1. Es absolutamente indignante. Si juntamos un recorte de las libertades individuales y una alocada liberación de lo económico y judicial tenemos como resultado que la sociedad se convierte en una turba salvaje. Mola.

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  2. Joder macho, como un tío la puede cagar tanto, en tantas cosas, y en una sola intervención...

    Sinceramente, visto lo visto, es para poner una hoguera y que fuera desfilando el gobierno actual. Llamadme radical...

    Pero como es lo que ha votado la mayoría, pues nada, a aguantarse toca. No sé que carajo de cambio ha votado la gente. Porque cambiar para peor es de idiota. De esto se puede deducir lo que hay mucho en este país... Porque se puede ser de derechas, sin ser gilipollas. Pienso, vamos...

    Ahora que lo pienso, por alarma social podrían meter a todo el gobierno en la cárcel, ¿no? Porque con la que están liando y lo que les queda...

    En fin, mi indignación no tiene límites.

    Por cierto, qué de pataleta últimamente... Si me vais a enganchar al blog y todo.

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    1. Ay, primo, si fuera por alarma social les caería perpetua a Urdangarín y a Camps sin ninguna duda. ¿Nos apostamos algo a que eso no pasa (ni debería pasar)?

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    2. Nada de eso. Camps ha sido declarado no culpable.

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    3. A parte de la perpetua a Camps le condenaría a ir de chándal de por vida. Esto es porque me hace mucha gracia que se le juzgue por unos trajes... que tiene tela.

      Y a Urdangarín ordenaría que le arrancaran el vello escrotal con unas pinzas muy cucas de diseño. Si pueden ser diseñadas por Marichalar, mejor.

      Como bien dice el compi, gran parte de la alarma social la crean los medios de comunicación y más en los casos que citas. Que esa alarma social sea más o menos justificada es algo en lo que no voy a entrar.

      Pero en el caso del gobierno es un parecer mío, porque estas personas están ahí porque les han votado y supongo que aplaudirán sus decisiones por descabelladas que sean. Solo recalco lo irónico que podría ser que una ley que promulgas pudiera volverse contra ti. En un hipotético caso improbable...

      No creo que el clamor popular valga para condenar a alguien, pero lo que sí creo es que el clamor debería focalizarse en crear un sistema judicial limpio y que castigue a los infractores. Y por desgracia nos perdemos siempre por el camino y no sabemos por lo que hay que luchar.

      Porque ya el mero hecho de que muchas personas en puestos de responsabilidad hagan tales despropósitos, es como para plantearse qué estamos haciendo. La corrupción es algo que se consiente y se aplaude. Además de estar totalmente normalizada.

      Pero bueno, cambiar la realidad es jodido. Así que voy a hablar de la realidad un poquito más. Porque la medida más dolora bajo mi punto de vista es otra, ya que a fin de cuentas la alarma individual que la controle cada uno como quiera. Sinceramente no me voy a poner las manos en la cabeza porque tomen en consideración las decisión de cuántos sean que fueren. Porque entonces, me llevaría las manos a la cabeza cada vez que la mayoría no fuera conmigo, aunque interfieran con la justicia.

      Lo sangrante es tener que pagar por recusar una sentencia. Teniendo en cuenta lo que hay que pagar para emprender acciones legales, encima eso, me parece un despropósito. Justicia para el que se la pueda pagar. Así que lo de la alarma social me la suda, porque en este país no hay justicia.

      Por cierto, que Paquito haya sido declarado inocente, confirma mi tesis.

      Perdón por el ladrillo.

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    4. Me encanta que hayas dicho "no culpable", jajaja.

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    5. Agree, primo, agree. Del todo.

      P.D: Da miedo que dijera lo de Camps y en pocos minutos saliera la sentencia de los cojones.

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  3. Con el texto no podría estar más de acuerdo. Estoy harto de tanto descerebrando pidiendo que rueden cabezas. ¿Cómo puede el gobierno alimentar y secundar lo que no es más que sed de venganza, y nunca justicia?

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  4. ¿Quién eres tu y qué carajo haces escribiendo en nuestro blog?

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