sábado, 28 de enero de 2012

El tocadiscos era de papá

Porque cuando un artista experimental, vanguardista y atrevido hace algo nuevo no faltan voces que digan "¡Pero si eso lo hace mi sobrino de 7 años!". Y no voy a ser yo el que vaya discutiéndole a cada paisano lo que hace o no hace su sobrino, que a ver si resulta que hay un Velázquez en cada casa como hay un entrenador, un juez y un arquitecto en cada testa atrevida. Tampoco pienso defender a cada presunto (que en portugués es jamón) artista que habrá los que sean tal y habrá los que solamente lo parezcan. Lo único que puedo criticar es que haiga distinta vara de medir para un artista atrevido y para un best-seller. Conozco en persona a gente capaz de hacer 20 páginas con más arte que El código da Vinci y conozco a pocas personas (y pocos sobrinos de 7 años) que no puedan escribir una canción que diga "Tu piel y el calor/ del sol y el ritmo,/ con los amigos y con el amor", sin embargo esos libros se venden y esa música se escucha. Lo que llama la atención es que antes había peliculones con taquillazos mientras que ahora solo triunfan de verdad las que están concebidas para ello (nada más que hay que comparar la taquilla de Mystic River, que no estuvo nada mal, con la de Avatar). ¿Qué ha pasado?, ¿por qué Bisbal en vez de Led Zeppelin?, ¿por qué Justin Bieber? La respuesta que encuentro para este fenómeno y esta degradación monumental en el nivel de los más vendidos no es la de "cualquier tiempo pasado fue mejor", ni la de "antes también había mierda pero es lo bueno lo único que perdura". La respuesta que yo encuentro es que antes el tocadiscos era de papá, era papá el que iba al cine y los libros que entraban por la puerta eran los que papá compraba. Los autores antes se tenían que dirigir a un público adulto y a ellos tenían que convencer de que lo que vendían era de calidad. A ellos porque eran los que se permitían el lujo de acceder de cuando en cuando a la cultura como el que sube la cuesta de una platónica caverna. El avance de los tiempos y el engorde de la clase media ha hecho que el público del cine, de los conciertos y de las librerías se haga más heterogéneo y se rejuvenezca, o quizás en un ejercicio básico de mercadotecnia los propios autores han buscado un nicho de mercado mayor rejuveneciendo a su público. Ahora el mp3 no es de papá, me han dado dinero para que vaya al cine y Papa Noel me va a traer el libro que yo quiera, así que me debato entre El Buscón y Crepúsculo.
Que alguien le devuelva a papá su gramola, por favor.

P.D: Es solamente un pensamiento en voz alta, no más.

"Y su ideología es el inmovilismo cobarde de quien puede asomar la cabeza a la superficie porque está subido encima de una pila de cadáveres".

7 comentarios:

  1. Es un digno artículo de prensa. No tengo más que decir.

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  2. No solo es un buen texto, sino que cuidao con la reflexión. No creo q sea totalmente así, pero cuidao.

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    1. Gracias, desconocido compañero. Yo tampoco creo que la reflexión sea completa. Solamente me parece un factor que afecta a la baja calidad de lo comercial.

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  3. El anónimo de arriba soy yo, compadre. Que después te quejas ¬¬

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  4. No sé no sé, estoy de acuerdo en que han cambiado las tendencias generales pero por otra parte no sé si ha empeorado tanto, es que me he acordado de España y me ha venido a la mente el éxito de Julio Iglesias y el Pajares y Esto. De todas formas, me ha encantado la comparación y el título del texto.

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