martes, 12 de mayo de 2009

Camino de lo incierto (oiga, señora, un texto fantástico y de fantasía)

Las lejanas praderas del Trecnepo, allá donde la vista debería alcanzar, estaban cubiertas de pisadas. Las pisadas, a su vez, estaban cubiertas por hordas de soldados al mando del Rey Hyonerda. Avanzaban en perfecta formación de filas paralelas y equidistantes como un infinito pentagrama que se extendía más allá de los límites del sentido común. Bebían metro a metro el trecho que les separaba de la seca cuenca del río Guarot.
Y eso era sólo a estribor, porque en dirección contraria, con mil batallones de elfos y cien escuadrones de grifos, el Sultán Tijmud amenazaba aquella depresión fluvial que otrora fue pasarela para las aguas.
Por si fuera poco, recorriendo el seco cauce desde las montañas venían las bestias paquidermas del Estrión, cargando en sus lomos a los fieros cíclopes que habitaban el país.
Sin ser un gran estratega, el pequeño sabía exactamente lo que debía hacer: huir. Y huir recorriendo el desfiladero rumbo al mar, sin mirar atrás y con todas sus fuerzas. El fallo es que, como ya hemos apuntado, no era un gran estratega ni un experto topógrafo y en esa dirección lo único que encontraría son las extintas cataratas del Incierto.
Por eso corrió, por ignorancia. Y corría sin parar, sin medición, sin dudar. Corría de corazón.
En su pequeña cabeza no podía entrar que tan poderosos ejércitos se hubieran congregado en aquel lugar por él. Era incapaz de comprender qué perjuicio le había podido causar al mundo.
Hacía ya tiempo que se sentía observado. Sentía miradas acusadoras allá por donde iba. Sentía el rechazo y la reprobación.
Supongo que son cosas del destino que le sucediera a él, pero en esos momentos era como una mosca en un plato de nata, un bigote en la Mona Lisa, la celulitis en una Venus de Milo cualquiera. Era la oveja negra de un inmenso rebaño al que no le pretendía provocar ningún mal. Pero la vida es así y él era, en definitiva, un pequeño trol con hipo en el país donde estaba prohibido decir “hip”.

P.D: No he respetado el margen de las 24h con la viñeta subida por Pedro porque esa era su voluntad, no me culpes, Curro.

"El ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra... ¡y las dos veces pide penalti"

5 comentarios:

  1. Salvando lo grande que eres, lindezas como la formación de soldados cual eterno pentagrama, la originalidad del problema del pobre trol (que me da penita) y tu calidad narrativa...

    ...vaya una frikada. xD

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  2. Si lo escribe el puto Tolkien es una obra de arte. ¡Soy un artista incomprendido! :(

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  3. Eyyy venga venga,para una partida de rol no esta mal la historia.

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  4. A mí me encantan ese tipo de textos tuyos, pero eso sí, no quita que sea una tremenda frikada xD.

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