Qué hermoso es lo que voy a hacer mañana

Qué hermoso es lo que voy a hace mañana.

Ha sido hermoso ver la campaña electoral más sucia de la historia. Ha sido hermoso ser testigo de como no se ha hablado de Europa en estas Elecciones Europeas, como nadie planteaba cuestiones como dotar de más poder al Parlamento Europeo, elegir democráticamente la presidencia o su consejo, políticas de inmigración únicas, seguridad y jurisdicción común o unificar los recursos y gestiones energéticos. Ha sido hermoso descubrir que lo más importante han sido los trajes de uno y los aviones de otro. Ha sido hermoso comprobar, una vez más, que lo imprescindible es que el otro no gane, que el eslogan ha sido “no votes al otro” en vez de “vóteme a mi por tal y cual”. Ha sido hermoso acudir de nuevo a una cita en la que sólo se habla de los dos gigantes oxidados de siempre, y de los nacionalistas, y observar como se silencia al resto. Ha sido hermoso presenciar como uno se creía Obama, un ser de importancia planetaria, o como sus fotografías iban acompañadas de eslóganes patéticos y demagógicos, caídos en los tópicos más antiguos y tristes de los derechotes-izquierdistas sin sentido, como lloraban temiendo que llegara una derecha malvada y arrasiva que ya no existe, montaban vídeos asquerosos con el mismo objetivo o enviaban misivas pidiendo el voto plagadas de mentiras. Ha sido hermoso que dejaran al descubierto que nos consideran retrasados, que insultaran una vez más la inteligencia del electorado. Ha sido hermoso asistir a su homónimo en el otro lado, volver a ver la palabra “progresista” convertida en un insulto, escudarse en nada y no ofrecer nada a cambio, como pedían un voto de cambio para que nada cambie.

Por eso, qué hermoso va a ser acudir mañana a las urnas y verter mi voto para UPyD, o para IU, o para cualquiera de las otras opciones que han sufrido boicot informativo, y ver como otros hacen lo mismo o meten en el sobre electoral una loncha de chorizo. Qué hermoso va a ser recordarles a esos dos grandes partidos y sus secuaces que, aunque ellos no quieran, y por mucho que traten de impedirlo, aún queda un poquito, aunque sólo sea un poquito, de democracia en España.

Qué hermoso va a ser lo que voy a hacer mañana. Y qué hermoso va a ser darle con mi voto en la cara a esa mancha de cabrones. Una puta gozada, oigan.