viernes, 29 de enero de 2010

Al amanecer

La Tierra, esa minúscula gota de agua flotando en un infinito mar de vacío, sigue impasible sus propias normas celestes. Mañana volverá a completar, inexorablemente, su propio movimiento de rotación justo en el mismo punto en el que lo ha hecho hoy, y volverá a mostrar su lado oculto, reservado a la noche y a la Luna, a la luz del Sol. Amanecerá de nuevo, como todos los días, y probablemente nos levantemos y vayamos a la cocina a tomar un café que nos espabile, nos demos una buena ducha, escuchemos la radio, o veamos la tele, y salgamos camino de nuestras obligaciones. Unos tomarán su propio coche, otros irán en autobús o en tren, y así poco a poco se irán llenando las carreteras, oficinas, colegios, facultades, hospitales… bajo la dorada luz de un sol madrugador y perezoso que lentamente se levanta con nosotros. Puede que en el camino nos vayamos encontrando con amigos, familiares, o con nuestros novios. En cualquier sitio: en el coche, en el bus, en la facultad, en el colegio, en una plaza paseando, al otro lado de la cama o en las antípodas de nuestro teléfono móvil. Y así se completarán los pequeños engranajes y rotaciones propias que se dan dentro de la misma Tierra, desde el momento en que sale el sol, siguiendo sus propias normas. Como todos los días.

O puede que no. Puede que al alba lo que nos despierte sea el ruido del vuelo de un F-16 pasando a ras de nuestra casa, recordándonos que empieza de nuevo un día del que hay que tratar de salir vivo por todos los medios. Quizá sea el trueno apagado de una bomba lejana, o fusiles crepitando y balas silbando bastante cerca de nuestra cama. O tal vez no. Tal vez, otra opción, es que en lugar de eso, a la vez que el sol lo que nos despierte sea el hambre. E incluso puede que pugnen por ver cuál de los dos hace que amanezcamos antes. ¿Qué más da? En esa situación lo único que importa sea amanecer, al diablo a cuenta de quién se haga. Y en ese supuesto, el lento paseo del sol de este a oeste no sería más que la sospecha de algo que intuíamos al levantar: efectivamente, tenemos hambre. O puede que esa luz lo único que haga sea descubrirnos un día más la miseria que nos rodea, nuestras casas de lata, nuestros barracones, nuestra inmundicia rodeándonos. Nuestros pies andando descalzos por los vertederos. ¿Quién sabe? A lo mejor el sol sale de forma tan rutinaria que ni siquiera nos trae la noticia de que nuestros dictadores han vuelto a cambiar de nombre.

Todos esos amaneceres son posibles en esa minúscula gota de agua que flota en ese infinito océano de nada. Tan sólo depende de por dónde nos salga el sol. Este es un mundo demasiado grande, y tal vez demasiado redondo. Quizá sea por eso por lo que caben a la vez tantos amaneceres distintos. Visto desde el espacio, debe parecer ridículo. Una misma línea dorada que nunca deja de correr dando vueltas al globo, tan diferente según caiga. ¿Qué hubiera pasado si en lugar de en este planetilla, la raza humana hubiese ido a caer en Júpiter? ¡Qué cantidad de amaneceres-despropósito nos cabrían en un planeta tan enorme! En fin, tal vez sólo por eso hubiera merecido la pena que Colón se hubiese equivocado y se hubiera acabado cayendo al final del tablero. A lo mejor si la Tierra fuese plana conseguiríamos que hubiera sólo un mismo horizonte para todo el mundo.


11 comentarios:

  1. Me siento VERDADERMANETE orgulloso de tu texto. Me parece que, aunque no es reveladora, has tenido una idea bastante buena para desarrollar. Pero lo que más me sorprende es la claridad y concisión con la que has sido capaz de expresar lo que querías.
    A veces me pareces algo enrevesado, algo redundante... en esta ocasión lo único que puedo hacer es levantarme del asiento y apaludir, porque te ha quedado un texto cojonudo.
    Si yo hubiera tenido esta misma idea, lo habría intentado escribir exactamente así (y supongo que jamás lo habría conseguido).

    P.D: ¿¿¿Qué ven mis ojos??? No puede ser. Es imposible que haya un texto en ANSARLOGÍA que no sea mío :O.

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  2. Iba a contestarte de alguna bonita pero es que no encuentro palabras para expresar lo que pienso... A la mierda, me voy a tu casa a comerte el nabo.

    PD: A tí lo que te gusta es que cumple la regla del cimbel
    PPD: Cimbel que por cierto, voy ahora mismo a tragarme

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  3. Es el perfecto ejemplo de como aprovechar un parón creativo y de repente explotar una idea de manera sublime. Se agradece que después de un tiempo sin leer nada tuyo, salgas con algo tan brillante.

    Un saludo, pequeño saltamontes.

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  4. Por leones como tú hace tiempo que no colgué la pluma. Mil gracias. Tienes un corazón como una casa, Mufasa.

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  5. [Creo que esto solamente lo va a entender Rafa]

    Al amaneceeeeeeeer... ¡no hace frío en lo alto de un poyete!

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  6. ¬¬ Porque total, los palomos na más que los habrá escuchao él y dos o tres más...

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  7. Coñe, no te mosquees. Es que como tú por aquella época no escuchabas carnaval... Perdón :$.

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  8. Me he reinseertado, todos merecemos una segundad oportunidad.

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  9. "De plaza en plaza", por favor.

    Yo también te doy la enhorabuena por este texto, compañero. La idea es genial y la has explotado casi inmejorablemente. El final es tremendo, por cierto.

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  10. Coincido con rafa, el final es la hostía! Buen texto. No se que mas decir, es el típico texto tuyo de pataleo pero la idea y la finalización es bellesima. Ole cabrón!

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  11. Qué asco de texto, es la mayor mierda que he leído en mi vida. No tiene coherencia ninguna.


    Es que ya estaba bien de que dorasen la orejilla.
    No, ya en serio, te has lucido. Me encanta la idea, me encanta la redacción, me gusta la conclusión, me envuelve el inicio. Es de los mejores textos que has hecho por aquí. Enhorabuena judío de mierda!.

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